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Con sus 50 metros de caída libre, la Seimeira de Vilagocende es la cascada más grande de Galicia y una de las más hermosas. Para llegar hasta ella hay que tomar la carretera LU-721 dirección Vilagocende y unos metros antes de llegar a esta aldea veremos un cartel a mano derecha indicativo de la ruta, cerca del que hay una zona de aparcamiento. Desde aquí podemos empezar a caminar y adentrarnos en la pequeña ruta, llena de robledales y de pinos del país. Al final del tramo hay unas pasarelas de madera que avanzan lo que veremos a continuación: la impresionante cascada formada por las aguas del río Porteliña que en época de lluvias es todo un espectáculo para los sentidos. Hay otra perspectiva de la misma en un mirador situado sobre ella.
Es una ruta de baja dificultad apta para toda condición física, con poco desnivel y de corto recorrido, unos 1140 metros que nos acercan a uno de los paisajes naturales más emblemáticos de A Fonsagrada.
Para conocer la esencia cultural e histórica de un municipio como el de A Fonsagrada conviene visitar su interesante Museo Etnográfico, fundado en 1984 por un grupo de vecinos constituidos en Patronato. El museo cuenta con una biblioteca especializada y un archivo fotográfico, además de un local para exposiciones de pintura, escultura, fotografía y arte en general.
Pero sin duda lo más relevante de este museo son las salas donde se recogen aspectos de la vida tradicional de estas tierras tan unidas a las montañas, con zona etnográfica que muestra oficios, usos y costumbres de la vida rural o juegos populares. Consta también de muestras de arquitectura popular, como hórreos o molinos, y arqueología (objetos hallados en mámoas, restos de la cultura castreña y de la romanización), además de muestras de escultura religiosa y contemporánea.
El Camino de Santiago es de gran importancia en muchos municipios de Galicia, hasta el punto de marcar la vida diaria y parte de la economía de muchas de sus poblaciones. Es el caso de A Fonsagrada, por donde pasa en Camino Primitivo, la senda del primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II “El Casto” en el siglo IX para venerar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago en la hoy capital de Galicia.
En el municipio fonsagradino, el camino entra por el puerto del Acebo, paralelo a la C-630, buscando el Hospital de Fonfría y siguiendo por Barbeitos y Silvela, lugar en el que el también llamado Camiño Real se acerca a Paradanova, donde se ramifica. Desde aquí el Camino pasa por sitios tan interesantes como A Pobra de Burón, que fue capital del municipio, Montouto, donde encontraremos los restos del antiguo Hospital de Montouto, fundado para asistir a los peregrinos que por allí pasaban, o Paradavella, hasta finalizar este tramo en O Cádavo.
Además de la Ruta a la Seimeira de Vilagocende o del Camino Primitivo hay más oferta de senderismo en la zona, que pasa por rutas de dificultad baja como la Ruta Forno do Bolo, de nivel medio como la Ruta Os Pintores o más adecuadas para expertos caminantes: la Ruta de Gallol, que a través de 17 kilómetros nos adentra en uno de los “soutos” (sotos) más grandes del mundo.
Sin duda el sendero más popular es la Ruta de Castañoso, quizá porque es la más apropiada para toda condición física, que comienza en el pueblo del mismo nombre y se prolonga durante algo más de 6 kilómetros, pasando por frondosos bosques, pequeñas capillas y hasta algún molino como el de Penallo, hoy en estado de abandono.
Aunque el interior del castillo no es visitable, ya que es propiedad privada, merece la pena acercarse a la Pobra de Bourón, prototipo de las aldeas montañosas de A Fonsagrada, para contemplar los restos de lo que en el siglo XV fue un importante castillo medieval, hasta ser atacado por los Irmandiños.
Actualmente sólo se encuentra en pie una de sus torres de planta cuadrada y con 15 metros de altura, que tenía originalmente 3 pisos y que ha perdido sus almenas. Hubo viviendas dentro en el castillo, hoy abandonadas y ruinosas.
En una zona de naturaleza desbordante como es A Fonsagrada no puede faltar un buen mirador desde el que obtener las mejores vistas de las tierras fonsagradinas. El Mirador de Montouto es perfecto para ello pero además tiene otros alicientes, ya que su panorámica se acompaña de un conjunto patrimonial de gran valor en pleno Camino de Santiago. Aquí se ubican las ruinas del Hospital de Montouto, edificado en el siglo XVII y activo hasta principios del siglo XX, donde se acogía a los peregrinos que seguían el Camino Primitivo hacia Santiago.
Junto a este antiguo hospital hay una ermita en la que se celebran romerías y también se conserva parte de una necrópolis megalítica, de la que sólo queda en pie el Dolmen de Montouto.
Otro de los miradores de la zona es el de Mirador de Arexo, injustamente olvidado, pero que regala al viajero una bella panorámica del cañón del río Navia, frontera natural entre Asturias y Galicia.
Siendo A Fonsagrada un municipio eminentemente rural es interesante acercarse a alguno de sus numerosos pueblos para observar la arquitectura tradicional de montaña, hecha en piedra, con hórreos, fuentes, pequeñas capillas y otras construcciones típicas, además de experimentar la calma de la vida en las zonas rurales.
Entre estos pueblos y aldeas sobresale la Aldea de Fonfría, que debe sus orígenes al tradicional hospital de peregrinos que funcionaba de albergue y posada para los primeros peregrinos que transitaban estas sendas a la orden de los Caballeros de San Xoán. Otro ejemplo de pueblo destacable es el conjunto singular de Veiga de Arroxo, en la parroquia de San Martín de Arroxo.
La zona de Fonsagrada tiene una gran variedad de productos locales que proceden de la ganadería y el cultivo aunque, como en muchas otras zonas de interior, también se come un magnífico pulpo.
En época otoñal destacan los cocidos, el botelo y los menús a base de setas, además de los postres elaborados con castañas, para sacar partido a lo que la naturaleza ofrece. Estos menús tan especiales pueden degustarse en sus numerosos locales, siendo uno de los más recomendados el Restaurante Cantábrico, de gran prestigio por ser el primer restaurante especializado en setas acogido al Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia.
No podemos acabar esta lista sin nombrar otro de los observatorios naturales más bellos de A Fonsagrada, el Alto do Acevo (Alto del Acebo), situado en la parroquia de Monteseiro.
Con sus más de mil metros de altitud, recibe su peculiar nombre por la gran cantidad de acebos que hay en la zona, utilizado como refugio para el frío (y por el calor en verano) por el ganado doméstico que pastorea en estos montes. Aquí abundan aves como petirrojos, arrendajos o mirlos comunes.
Y si te sobra tiempo hay planes alternativos en A Fonsagrada y alrededores a menos de una hora de coche, como la Fervenza de Queixoiro, acercarse a Taramundi, en la vecina comarca de los Oscos, con el complejo de Molinos de Mazonovo y su interesante Ruta del Agua. Grandas de Salime con su Museo Etnográfico y la zona del embalse cierran nuestras propuestas para conocer los contornos del municipio fonsagradino.
Emma Sexto